lunes, 8 de agosto de 2011

Prueba Superada


Por Luis Fernando Ardila

Con gran expectativa se recibió la noticia de que Estados Unidos no se declarara en bancarrota por falta de liquidez. Sin embargo, es necesario analizar qué habría podido ocurrir y qué está por venir para el país del norte tras el acuerdo.


Con 74 votos a favor y 26 en contra, el Senado de los Estados Unidos aprobó el martes 2 de agosto, el aumento de la deuda norteamericana de dos billones de dólares más por encima del límite de catorce billones. Esta solución al problema económico por el que atraviesa EE.UU. deja un sinsabor en el mercado de bolsa y pone en tela de juicio la estabilidad económica y la capacidad financiera que tiene el país del norte para endeudarse y cumplir puntualmente con los pagos.


El acuerdo al que llegaron los Demócratas y Republicanos que permitió subir el techo de la deuda, impide a Barack Obama desarrollar por completo las estrategias políticas y sociales que se estaban ejecutando en su gobierno para combatir la pobreza y la crisis económica que golpeó al país en el 2009.


La tensión que tuvo al mundo por más de diez días al borde de un colapso económico, finalizó el pasado domingo en la noche, cuando el presidente norteamericano expresó en una rueda de prensa que ambos partidos políticos, finalmente habían concretado un convenio.


Medios como la BBC, describieron al Tea Party (gran opositor de Obama desde que ganó las elecciones presidenciales y una rama radical de extrema derecha del partido Republicano) como el gran ganador de esta batalla que dejó derrotado a Obama, a quien le tocará reformar sus políticas sociales debido a la gran presión que ejercieron los opositores de gobierno a la hora de la aprobación del acuerdo.


“El Tea Party no iba a dejar que Obama les subiera los impuestos a los ricos, porque ellos no iban permitir que con su dinero, puesto de más, se pagara la deuda que tiene Estados Unidos y que al mismo tiempo, con otros dineros del Estado, se beneficiaran sectores menos poderosos tanto económica como políticamente”, dijo Nelson Castellanos, profesor de Estado y Sociedad y Opinión Pública de la Universidad Externado de Colombia.


Dentro de los puntos que se firmaron en el acuerdo al que se llegó para que Estados Unidos no entrara en una recesión fueron los de reducir el gasto público, de uno a tres billones de dólares en los próximos diez años, lo cual podría perjudicar sustancialmente programas sociales que Obama impulsó durante su campaña y de los que actualmente se benefician personas de la tercera edad de bajos recursos, inmigrantes, desempleados, entre otros.Además sería necesario tener que en cuenta que “si se está contemplando dentro de la reducción al gasto público, una disminución al presupuesto de Defensa del país, lo que podría generar una manifestación de rabia en el sector militar”, aseguró Rita Elvira Amaya, Ingeniera Financiera.


“Si demócratas y republicanos no hubieran llegado a un acuerdo para subir la capacidad de endeudamiento, no hubiera habido dinero para haberles pagado a todos los militares que están combatiendo fuera de EE.UU. y probablemente la crisis no hubiera sido solo económica sino militar”, aseguró Amaya.


Por otra parte, las consecuencias que pudieron haber ocurrido a nivel internacional en caso de que Estados Unidos no hubiera tenido el dinero para pagar sus deudas, habrían sido las de un cambio de moneda dominante en el mercado de bolsa. Es decir que el dólar, estando devaluado, podría haber sido remplazado por otra pieza de mucho más valor como el Yuan (China).


De acuerdo a lo anterior, es posible predecir que la lista de países que se hubieran visto afectados inmediatamente por la revaluación del dólar, serían los que más han comprado esta deuda en bonos como por ejemplo China con US$1,16 billones, Japón con US$910.000 millones, Reino Unido con US$345.000 millones y Brasil con US$210.000 millones.


“Si Estados Unidos no pagara su deuda, esto sería como rebajarse al nivel de un país latinoamericano pues su verdadera capacidad de endeudamiento quedaría registrada como frágil”, comentó Amaya. Por otra parte, la proximidad de las elecciones presidenciales, hizo que la aguja lectoral empezara a funcionar en una guerra política entre Obama, quién aspira a una reelección en la presidencia, y el candidato que se lance del partido Republicano. Es evidente que los republicanos, además de haberle declarado la guerra política a Obama desde su posesión, no solo generaron debate alrededor del tema económico y pusieron en vilo la tranquilidad de los norteamericanos, sino que además, dejaron en evidencia que fue gracias a su decisión de llegar a un acuerdo en el alza del techo de la deuda, que los Estados Unidos no fuera declarado en bancarrota.


“Obama podría disparar su popularidad demostrando con cifras, cómo fue que los republicanos jugaron con la reputación económica de EE.UU y de cómo el dólar perdió fuerza y confianza en el mercado internacional”, concluyó Amaya.


Obama, indudablemente tiene la gran oportunidad de sacar provecho de esta situación porque más que económica fue una estrategia política y una vez más se demostró la amenaza que representan los Republicanos para gobernar una potencia mundial al actuar caprichosamente y demostrarle a Obama que simplemente por hacerle la guerra en su campaña presidencial, casi se declaran en bancarrota.


Ahora bien, una vez analizadas las posibles y terribles consecuencias que habría acarreado el no elevamiento del techo de la deuda, tanto en la economía norteamericana como en la mundial, es necesario analizar qué es lo que le espera a los Estados Unidos tras dicho acuerdo.


De acuerdo con un editorial de People's Daily, el vocero del Partido Comunista Chino expresó que a Estados Unidos le queda un camino muy duro por recorrer."Sólo se han pospuesto (la deuda) y hay una tendencia para que sigan creciendo. Esto hace peligrar la recuperación de la economía estadounidense y esconde incluso un mayor riesgo y turbulencias para la economía mundial", aseguró el vocero.


Mientras tanto Chen Daofu, director del Centro de Investigaciones Políticas del Consejo de Estado de China, declaró a China Daily, "No se puede descartar la posibilidad de una bajada en la calificación de la deuda si Washington no logra un equilibrio a largo plazo para su endeudamiento".


Y es que a Estados Unidos no le queda nada fácil recuperarse económicamente porque de cada dólar que gastan, 50 centavos son prestados lo que significa que sea cual sea el gobierno que siga después de éste, no puede pensar en propuestas más allá del presupuesto y del dinero que no tienen. Las cartas están puestas sobre la mesa y las decisiones están tomadas, ahora solo queda esperar qué le depara el futuro a la economía norteamericana, que aún está sobre la cuerda floja.

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